El valor de aceptar las consecuencias

En EEUU a principios del siglo pasado un joven jugador de baseball, Joe Jackson, de origen humilde, sin saber leer y escribir, sin casi recursos, cumplió el sueño americano y llegó por su calidad a formar plantilla de uno de los mejores equipos de la liga. Fue denominado el “sin zapatos” (Shoeless) , puesto que en una ocasión le dolían las ampollas y jugó sin las zapatillas reglamentarias. Joe siendo un héroe de su tiempo, junto con otros compañeros fue acusado por amañar los partidos, en una operación denominada el escándalo de las medias negras. Los niños, incrédulos por su inocencia, al verle salir de los juzgados le gritaban : “di que no es cierto, Joe, di que no es cierto”. Motivo por el que después de un tiempo le dedicaron esta canción que escucho mientras te escribo:

http://www.youtube.com/watch?v=7zZzjVCGFo4

Como aquellos niños decepcionados, con los ojos llorosos por tan magna decepción, yo, sin ser un mitómano, me atrevo a preguntarte ¿Por qué?¿De verdad que te ha merecido la pena?

No vale escudarse en siglas, nombres comerciales, marcas, familiares, etc. La responsabilidad es individual y de cada uno de nosotros. Sí es tuya y si eres responsable tienes que tener el valor de aceptar las consecuencias.

Estas son  el efecto secundario,  la reacción a tu acción personal y sé que si te crees más chulo que la vida, el tortazo que esta te va a dar, va a ser digno de youtube.

Lo que puedes llegar a hacer, puede perder todo su valor por como lo has llegado a realizar y aunque lo escondas, te escondas, el tiempo no se olvidará jamás de ti.

Joe siempre juró por su inocencia, se retiró dignamente a una pequeña licorería con su mujer y aceptó su ignominia. Un día entró en su pequeña tienda un exjugador llamado Ty Cobb y le preguntó a Jackson; «¿No me reconoces Joe?» a lo que este respondió; «Seguro que sí Ty, pero no estaba seguro que tu quisieras reconocerme. Muchos de ellos no lo hacen».