Así que estamos a viernes, no es mal día… te prometo que desde que tengo el blog las semanas se me pasan más rápido, lo que no sé si es bueno. Después de la confianza que vamos cogiendo te escribo para animarte a buscar la felicidad. Hace dos años, después de que todo me saliera mal, todo, todo, profesionalmente, pero sobre todo personalmente; tuve la suerte de encontrarme con una persona que me ayudó mucho y me hizo entender que contra la soberbia, la actitud de la humildad y acudir pidiendo ayuda, es un gesto que voy a agradecer toda la vida. Después de un tiempo empezamos a analizar las distintas vías y me hizo ver que la “caridad bien entendida, empieza por uno mismo”, vamos que si no estás bien, poco vas poder hacer por los demás y para ello es importante que te cuides.
Una de las grandes lecciones que aprendí fue la siguiente:
Dice el cuento que en el principio de los tiempos se reunieron varios demonios para hacer travesuras. Uno de ellos dijo: «Debemos quitar algo a los hombres, pero, ¿qué les quitamos?». Después de mucho pensar otro dijo: «¡Ya sé! Vamos a quitarles la felicidad, pero el problema es donde esconderla para que la puedan encontrar». Propuso el primero: «Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo». Inmediatamente repuso otro: «No, recuerda que tienen fuerza; alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y, si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está». Luego propuso otro: «Entonces, vamos a esconderla en el fondo del mar». Otro contestó: «No, recuerda que tienen curiosidad; alguna vez alguien construirá un aparato para poder bajar y entonces la encontrará». Uno más dijo: «Escondámosla en un planeta lejano a la tierra». Pero el resto se opuso: «No, recuerda que tienen inteligencia, un día alguien va a construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la van a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad». El último de ellos había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás. Las analizó y dijo: «Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren». Todos le miraron asombrados y preguntaron al mismo tiempo: «¿Dónde?». El demonio respondió: «La esconderemos dentro de ellos mismos, están tan ocupados buscándola fuera que nunca la encontrarán». Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces es así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la lleva dentro.
Extraído del libro «La buena crisis» de Alex Rovira
En definitiva, hay personas que intentan suplir la búsqueda de la felicidad y se pasa toda la vida intentando alcanzar un objetivo perdiéndose los mejores momentos de su vida, queriendo siempre demostrar algo a los demás, buscando quimeras que no hacen más que amargarte por ser inalcanzables. Tengo que reconocerte que yo era un poco así, pero me di cuenta a tiempo de que me estaba equivocando. Menos mal, por ello el querer compartir contigo esta experiencia, por saber que a muchos nos pasa, pero hasta que no nos abren los ojos no nos damos cuenta de verdad que no podemos perder más el tiempo y son las cosas más pequeñas las que verdaderamente merecen la pena. DISFRUTALAS.
http://www.youtube.com/watch?v=YjzZG5qbN5g
Nunca dejes de sonreír, es lo único que es gratis.