No te rindas, estamos a tiempo

Comentaba con dos muy buenos amigos ayer que muchos hemos vivido al tambor de necesidades y comparativas absurdas, especialmente con los más cercanos. Sentir la presión constante  ha hecho que incluso haya tonteado con una de las más feas: la Ansiedad. Esa enfermedad además tiene la virtud de calarte hasta los huesos y como efecto secundario te aleja de lo más grande, VIVIR, vivir con mayúsculas tu propia vida.

Creo que cuando empiezas a vivir la vida de los demás te conviertes en alguien engañado, que se miente y si mentir a otro ya está lo suficientemente mal, imagínate lo que debe ser mentirse a uno mismo.

Por eso tenemos que huir de esa presión para poder ser nosotros, tú y yo, con nuestras virtudes y nuestros defectos, nuestros trabajos, potenciando aquello que se nos da bien, sin que la meta sea tan inalcanzable que cuando nos demos cuenta de su lejanía, nos peguemos contra una pared por ser demasiado tarde.

Hoy en día se buscan constantemente las comparaciones frustrantes, alejadas de las comparaciones positivas.

¿Pero por qué sucumbir a sus obscuros deseos qué tanto daño nos hacen?

De la gran obra la Vida es Sueño de Calderón, extraigo estos versos que creo que vienen al pelo:

Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.
¿Habrá otro, entre sí decía,
más pobre y triste que yo?;
y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó.

Pues eso, que hay que dejar de compararse constantemente y dedicarse más a reforzarse a uno mismo, sin ser nunca demasiado tarde.

Eso me recuerda que te tengo que hacer un regalo que me encantó. Va por ti:

No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.

Yo te quiero a mi manera, que quede claro, excepto a ti, obvio.

Que rabia que no sea mía, ojalá llegue algun día a escribir alguna genialidad parecida y que tú lo leas.

Si sonríes, lo más seguro es que alguien te corresponda.

Esta canción resume un poco lo que yo quiero, y ¿tú?

http://www.youtube.com/watch?v=eMo2p70b4KA

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s