Escribo a corazón abierto sobre un debate de actualidad: La interrupción del embarazo.
Muchos periodistas escriben sobre ello, telediarios empiezan con la noticia y políticos opinan, he leídos blogs, artículos y escuchado a muchos sus distintas opiniones en la radio. Unos hablan de derechos, otros de leyes, unos de supuestos, otros de plazos, algunos utilizan latinajos, unas se desnudan y gritan, otros se manifiestan. Respeto todas las opiniones, teniendo yo la mía, pero un Gobierno, un Estado democrático laico, tiene que preocuparse por lo fundamental: LAS PERSONAS.
Nunca, repito nunca, juzgaré jamás a una madre que no quiera serlo, pero siempre juzgaré un sistema que no permite, o da facilidades a una, que sí que quiere.
Empezando con esta premisa, para mí los gobernantes y creadores de opinión se equivocan en el análisis y no se han hecho las preguntas que creo importantes:
¿Quiere ser madre y no puede? ¿Por qué no quiere ser madre?
Lo primero, las interrupciones de los embarazos provocan que 100.000 mujeres al año en España pasen por un trauma físico y psicológico y otras100.000 personas no nazcan. Por lo tanto creo que deberíamos dejar a un lado nuestras posiciones viscerales y preocuparnos por lo importante: ellos, ellas.
Por mucho que unos legislen hacia un lado u otro, la realidad va a superar a la legislación y las personas que quieran abortar lo harán, con más riesgos y costes. No nos podemos poner vendas en los ojos que nos hagan sentir más cómodos en nuestros sofás de casa, pensando ya está todo hecho por tener una ley en uno u otro sentido. No es más que engañarse y no ser consciente de la realidad más dura y efectivamente, no creo que volver a los apartamentos o barcos clandestinos vaya a ser la solución.
Para mí no existe la legislación perfecta, pero sí la asistencia perfecta. Yo creo que los que tanto han opinado y/o escrito sobre el tema, jamás han preguntado a una madre que ha abortado como se siente hoy, como se sintió entonces y que es lo que se puede hacer para que ese proceso, no sea como el que le ha causado tanto dolor. Tampoco se han acercado a una niña que si está dispuesta a ser madre para preguntarle ¿Qué necesitas?
Es obvio que para la gran mayoría de las mujeres no es una decisión fácil, no es el nosotras parimos, nosotras decidimos. Es una cuestión individual, que no colectiva, de una mujer que está pasando por una serie de cambios y que su decisión va a ser una de las más importantes de su vida, puesto que será una muesca que siempre llevará consigo, tanto física, como psicológica. Y esto no es una opinión.
¿Es tan difícil que se le pueda ofrecer información, atención personalizada por un médico de familia, ayuda psicológica si fuera necesario, también jurídica y luego medios cuando los necesite? Hay mujeres que quieren abortar por miedo, o por desconocimiento, o por no ser aceptadas en su entorno familiar, incluso en el siglo XXI por temor a ser repudiadas, también obligadas por su parejas o familiares y un largo etcétera.
Lo que tampoco es justo para el no nacido, es que por dejadez “el aborto” se convierta en un método anticonceptivo, puesto que el acto sexual puede tener una consecuencia, para mí la más hermosa de todas, VIDA, por mucho que algunos se empeñen en debatirlo.
Por ello es necesario, después de preguntar, como sociedad dar solución a las distintas circunstancias a las que se tienen que enfrentar mujeres, la mayoría jóvenes, que pueden encontrarse en muchos casos perdidas por distintas circunstancias, intimidadas y/o solas.
En vez de discutir sobre qué ley es mejor, siendo para mí ambas malas, me gustaría que se pusieran en marcha medidas que fueran para ellas, para ellos.
No me importaría que dentro de unos años, después del esfuerzo de todos, existiera una legislación que permitiera el aborto libre y hubiera cero abortos en España. Creo que sería el único caso que podría defender que el fin, sí justifica todos los medios y hoy estamos mejor preparados para ello que nunca.
Creo que es justo que se pueda pedir una buena educación sexual en el colegio y en las familias, se tiene que hacer un esfuerzo por parte de todos para explicar que es la sexualidad y la importancia de la sexualidad de cada uno de forma objetiva, por supuesto siendo cada uno libre según sus principios y/o creencias de poder optar, elegir, pero con conocimiento. Todo acto tiene consecuencias y la educación es la mejor forma de evitar situaciones no deseadas. ¿o es muy difícil hacer una página web donde se expliquen todos los métodos anticonceptivos, sitios donde poder acudir y un largo etcétera?
Cualquier madre que quiera serlo y por distintas circunstancias no pueda, tenemos que darle todo el apoyo económico y asistencial posible, si por cualquier motivo no tiene casa, de acogida (aprovecho para dar las gracias a la Fundación Madrina) y ¿el SAREB, sólo puede vender las casas a fondos buitres? ¿No se podría hacer un pull de casas para madres solteras? Si no tiene dinero, un sueldo mínimo, si está estudiando, facilidades para que pueda conciliar sus estudios con su maternidad ,con facilidad de acceso a guarderías, igual con el trabajo, un banco de productos de segunda mano y tantas otras medidas más.
Es importante ofrecer alternativas como la adopción, tantos padres con ganas de tener hijos utilizando métodos que a veces no funcionan y acudiendo a listas interminables de niños en otros páises, como para que no se pueda dar una solución viable que garantice los bienes jurídicos de madre e hijo. Tiene que existir un centro nacional de adopción y asistencia para este tipo de casos, donde las madres puedan pasar las últimas semanas de su embarazo y tengan todas las garantías. Se puede dar la circunstancia de que una persona no quiera abortar y decida dar a su hijo en adopción. No me quiero ir muy lejos, pero es la historia de Steve Jobs.
Toda persona que opte por la interrupción de su embarazo tiene que tener la mejor de las asistencias y también información, tiene que saber exactamente a que se enfrenta y si de forma libre opta por ese camino.
Introduzco algo novedoso y ¿los padres? los hombres, ¿no tenemos nada que decir?
Bien es sabido que nosotros no podemos quedarnos embarazados y sabemos el sacrificio que conllevan los nueve meses de embarazo, habiendo mejorado mucho las circunstancias gracias a los distintos avances, pero aun así, es impresionante el proceso natural por el que una mujer tiene que pasar. Eso sí, si la madre decide tener el niño, el varón tiene que cumplir con sus obligaciones por ley, por ello si decide no tenerlo ¿Por qué no se nos pregunta? Si mi novia se quedare embarazada y no quisiera seguir conmigo, ni con el embarazo… yo daría un paso, me gustaría tener ese hijo, por ello siempre he estado encontra del «nosotras parimos, nosotras decidimos», estamos hablando de algo mucho más serio que un slogan, si tenemos obligaciones, también tenemos derechos.
Ahora quiero entrar en un tema para mí especialmente sensible: las malformaciones. Este es un tema principalmente espinoso, por ser perfectamente visible por una ecografía.
Vuelvo a los medios. Cualquier madre que dé el paso de quererlo ser de una persona con discapacidad, no es que se merezca mi admiración, se merece todo mi respeto. Pero también como hospitalario puedo decir que muchas veces se va a sorprender de la gran suerte recibida.
Ser objetivo en este tema me resulta casi imposible. Pero sí que he visto a familias felices con niños con discapacidad y otras infelices con niños sin discapacidad y otro tipo de enfermedades como las psíquicas, que no se ven en una ecografía.
¿Es un buen criterio de elección la visibilidad? No lo sé, pero sí que tiene que existir una buena ley de dependencia, con dotación económica al efecto y con la concesión de una casa adaptada para que esa familia pueda por lo menos tener la oportunidad de decidir con las mejores garantías y facilidades.
Por cierto para que no quepa ninguna duda, sí, soy Católico practicante, por ello sé que como Católico tengo que actuar en consecuencia, ojalá el Estado diera las garantías y ayudas que ofrece a muchos que han dado el paso las organizaciones que son ramas de la iglesia. Y por favor, a aquellos que dicen que la Ley de Gallardón está impuesta por la Iglesia más retrograda, que no utilicen la demagogía, para los que somos Católicos, que podemos serlo en libertad y nos ampara la Constitución, no existen ni supuestos, ni plazos, pero sí, donde cualquier persona, creyente o no, será siempre bien acogida, sin que jamás se juzgue a quien no lo es.
Para teminar decir que como estoy a favor de la Democracia Participativa, si Joan Tardá, Celia Villalobos, el Sr Monago, la Sra. Rodriguez y un largo etcétera de reputados «especialistas» sobre la materia pueden opinar:
¿Por qué no un REFERENDUM?