Un amigo mío no hace mucho hablando de los post publicados me dijo que pensaba que era un soñador. Al principio pensé que el tono era un poco despectivo, pero según fuimos profundizando me di cuenta que él también lo era.
Creo importante alejar el sueño material de este post. El inconformismo materialista es lo que para mí ha corrompido vidas preocupadas sólo por las metas, se olvidaron del camino y cuando alcanzaron ese sueño prostituido muchas se dieron cuenta que las baldosas recorridas, el daño ocasionado, el sentimiento enfermo y la maldad producida, él o ella, daños colaterales, por ese fin no merecía la pena, pero se dieron cuenta demasiado tarde.
Ojalá, pensarían muchos, pudiera volver atrás, pero ese sueño sí que es imposible.
Me encantaría contagiarte de otros sueños que te alejen de esa confusión del éxito mal entendido que ha pervertido muchas almas, muchas vidas que hoy deambulan pensando que ya llegan tarde, y no es así, nunca es tarde para encontrar la buena dirección, tu buena dirección. Pienso hoy en un actor que me encantaba sobre todo por su papelón en la película los Idus de Marzo, Philip Seymour Hoffman. Qué rabia pensar que su vacío no le dejará jamás volver atrás y haberse olvidado de la belleza de la vida a largo plazo.
La belleza de la vida implica obligatoriamente incluir los sueños, pero como parte de un recorrido impredecible, apasionante, diario, siendo la meta normalmente una recompensa inesperada y muchas veces sorprendente por alejarse mucho de tus expectativas.
Para mí soñar es parte de mi existencia, y muchas veces lo hago contagiado por historias verdaderamente mundanas, por ejemplos de superación de muchos, por ver sonrisas alejadas de las necesidades, amigos y sus familias, luchando, por gestos para con la gente de la calle, enfermos que cuando te miran, aun sabiendo que están jodidos te contagian un buen rollo; todas esas personas con un denominador común me hacen vivir cada instante, sentirme privilegiado y con ganas de luchar aun sabiendo la difilcutad.
Hace un par de semanas un ejemplo de soñador volvió a montar una iniciativa llamada Voluntariado Express 2014, búscalo en google. El primer año se recaudó 2.000 € para personas sin hogar, el segundo 8.000, este año 30.000 €, fue ejemplo de saber que las cosas construidas con ilusión, trabajo y constancia, normalmente tienen un resultado imprevisto y para uno maravilloso.
La primera vez mandó un mail a sus conocidos, hoy ya es una cadena de gente que ni conoce, entre ellos a mí. Sólo puedo decir que aprendí de él y de su capacidad de dar.
El mejor reconocimiento es el resultado, no la borrachera de tu soberbia. Si sueñas para ti, por ti y sólo por ti, creo que el resultado final será vacío, si sueñas por cambiar las cosas que te rodean, por los demás, por los tuyos, te llenarás y serás capaz de contagiar algo diferente.
Nunca dejes de soñar. Yo prometo disfrutar del camino mientras los hago realidad.
Hoy en especial sueño gracias a ellos: