y al final me encontré a mí…

¿Quién soy yo? ¿Qué quiero que sea de mí? ¿Hacia dónde voy? ¿Qué creo? Me preguntaba. Ya desde hace un tiempo estoy volviendo a buscar en los libros respuestas a mis preguntas que tanto sentido dan a vivir, que como bien escribió Schopenhauer es un arte. Quizá suene petulante decir que estoy leyendo filosofía, pero nada más lejos de la realidad… Empecé a leer por no encontrar respuestas conmigo mismo, por miedo, por inseguridad, pero sobre todo por querer saber y poder responderme en libertad, a sabiendas de que seguro otros más inteligentes que yo, ya lo habían pensado antes. Llevamos siglos intentando dar respuestas, unas pueden ser útiles para ti, otras para mí, pero lo que está claro es que mucho de lo que te pasa y le ha pasado a alguien antes y bien que te puede servir lo que nos dejó escrito.

Humildemente pienso que estamos dejando de querer conocer y darle importancia a ciertos temas porque ya lo sabe Google, que sí, lo sé, en algunas ocasiones puede ser San Google, pero bien sabe Dios que en otras puede ser el peor de los demonios que poco sirve para que busques en ti, tu mejor yo y puedas ir cogiendo poso como buen vino en barrica. Al final, si todo está más accesible que nunca, pero no lo leemos ¿Para qué sirve?

Sin conocer, te quedarás solo en continente, sin contenido y de verdad que lo importante, digan lo que te digan, es tu contenido, piénsalo.

Muchos sabéis, si me conocéis que soy una persona de Fe, si afortunado por tenerla, pero también he pasado por momentos de duda y curiosidad, de preguntas sin respuestas, de buscar para poder encontrar. Hoy, me siento privilegiado por haber aprendido algo que bien podría servir a creyentes y agnósticos: la verdadera importancia del SER, que no es más que decir TU verdadera importancia, con pedantería.

Para ti, que hay más importante que Tú, aléjate del EGO, de tu mente egocéntrica, cierra los ojos y siéntete, es un ejercicio que llevo haciendo hace poco gracias a un libro que jamás pensé que leería y de verdad que te puedo decir que es un lujo ponerte en presencia de tu vida.

Decía Descartes: “Pienso luego existo”; pues aquí vengo yo para decirte que sin pensar ya existirías, o caso no existen las flores, el cielo, no existe el mar, no existen los animales y un largo etcétera. ¿No puedes abrazar a alguien con Alzheimer y sentirle? ¿Dejó de existir? obvio que no, si sientes, existes y si existes tienes todo por descubrir dentro de ti, aunque muchas veces te distraigas buscando respuestas fuera.

Escribí en su día sobre lo que Horacio quiso decir sobre el Carpe Diem (https://lavueltaalcalcetin.com/2014/04/30/carpe-diem/) y creo que según voy leyendo sobre lo que otros pensaron, seguramente de manera más acertada que yo, me doy cuenta de la importancia de ese carpe diem, de vivir el ahora, de estar en plena consciencia de lo que soy sin querer que los sueños dejen de ser más que sueños y viviendo en presencia cada momento, para poder disfrutar de una regalo, del mejor regalo: la vida. Alguien escribió una vez: » Si quieres que Dios sonría cuéntale tus planes». La suma de ese post y este, es quizá el mejor resultado, vive ahora, pero vive en presencia de ti, en conciencia y todo tendrá un sentido que merece mucho la pena.

Hace poco leí, o escuché: «Dios no envía a nadie jamás al infierno, eliges ir a ese lugar». Yo lo traduzco a que tus deseos, malos o buenos, no pueden jamás mermar tu voluntad. Es verdad que son tus actos, tus decisiones las que marcan tu camino, las que reflejan quien eres y no puedes buscar excusa nada más que en ti, tu eres el principio y el final, el alfa y el omega.

¿Qué es la mente más que otra parte de ti? ¿Por qué darle tanta importancia? Si te hace mal apágala. Hace poco aprendí a hacerlo cual interruptor y me di cuenta de que soy mucho más de lo que pienso, carne de gallina al dar importancia a una maquinaría milagrosa, que sí guiada por la mente, es capaz de lo mejor y lo peor, guiada por mi “yo”, no es capaz de nada malo que yo no quiera. La mente es una parte más de nosotros que, al igual que entrenando fortalecemos los músculos, podemos entrenar para que no nos lleve por el camino equivocado. Recomiendo el libro del Pablo Dors: La biografía del silencio.

«Hoy sé que conviene dejar de tener experiencias, sean del género que sean, y limitarse a vivir: dejar que la vida se exprese tal cual es, y no llenarla con los artificios de nuestros viajes o lecturas, relaciones o pasiones, espectáculos, entretenimientos, búsquedas… Todas nuestras experiencias suelen competir con la vida y logran, casi siempre, desplazarla e incluso anularla. La verdadera vida está detrás de lo que nosotros llamamos vida. No viajar, no leer, no hablar…: todo eso es mejor que su contrario para el descubrimiento de la luz y de la paz.»

Tenemos la mala costumbre de justificarnos, al estar perdidos, pero si no buscamos nuestras verdaderas respuestas, no seremos jamás quienes estamos destinados a ser, si no aquellos que quieran que seamos por medio de nuestra mente, teniendo necesidades que ni siquiera, si lo pensáramos en conciencia, querríamos tener.

Perdona la paranoia, pero llevaba tiempo sin saber algo que creo que me ha cambiado la vida y hoy quería compartirlo contigo por si te sirve.

https://www.youtube.com/watch?v=vZ6ze9oaqBU

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s